¡¡¡Hola a todos!!! ¿Qué tal habéis pasado el fin de semana? Nosotros hemos estado celebrando St. Patrick´s Day. Ha sido una experiencia muy bonita haber acudido al desfile y ver a todo el mundo entregado en la festividad. Pero hoy no vengo hablar de eso, lo que quiero contaros es la pequeña excursión que hicimos hace una semana.
El pasado fin de semana aprovechamos el buen tiempo (es decir, que fue un día soleado porque la temperatura seguía por debajo de cero grados centígrados) para ir a visitar el lago Ontario.
El viernes al salir de mi clase de inglés y aprovechando que las peques no tenían colegio y que papaysumundo no trabajó, nos acercamos al lago después del lunch. Éste está como a unos 20 minutos de casa en coche (Vamos, lo que viene siendo por aquí lo habitual. Todo está a 15 o 20 minutos), y no tiene perdida, todo recto hacía el norte.
Así que nos preparamos bien, con botas de nieve, gafas de sol, gorros y guantes. También cogí mi cámara de fotos réflex ¡no podía dejar pasar una oportunidad como esta para hacer fotos! Aunque desde que llegué aquí todavía no la había sacado de la funda 😅.
Antes de llegar a la playa, que era donde quería ir, hicimos una parada en una zona recreativa a la orilla del lago. Allí las vistas son maravillosas, todo tan virgen y salvaje. Había patos y gaviotas tomando el sol y bañándose. Que frío, de verdad, el agua debía estar helada ¡todo era nieve y hielo!
Las peques disfrutaron con el paisaje y con toda esa nieve jugando a hundir sus pies, y descubriendo debajo de ella piedras, troncos e incluso arena congelada.
La mayor que me da la sensación que ha heredado mi gusto por la fotografía, no paraba de pedirme la cámara para hacer ella fotos. Al final, después de sacar las fotos que quise le presté, mi cámara e hizo un millón de fotos más: Fotografío a las aves, el lago, las rocas congeladas, me hizo fotos sin que me diera cuenta, nos hizo fotos familiares muy chulas...
Una vez acabada las sesión de fotos, cuando estábamos jugando un poco con la nieve, la peque de repente al dar un paso se hundió hasta la cintura. La pobre se llenó de nieve entera: las mallas y las botas se le llenaron de nieve, así que fuimos corriendo al coche para quitárselas y sacarle la nieve para que no se le mojaran los pies.
Después de eso, decidimos continuar hasta la playa pero una vez allí, sólo bajamos del coche la mayor y yo. Papaysumundo se quedó con la peque porque decía que no quería más nieve. Nosotras dos nos acercamos a la orilla y nos hicimos unas cuantas fotos. Mi idea era haber ido hasta el espigón pero había mucha nieve y desde donde aparcamos era un buen trecho. Al final, paseamos por la playa y volvimos al coche. Tampoco quería volver muy tarde a casa porque esa misma tarde la mayor tenía un baile en el colegio y aún tenía que prepararse para la ocasión.
Aquí os dejo unas fotos de las que sacamos ese día, espero que os gusten!
Y por ahora nada más, disfrutad de la semana, que estoy oyendo que por esas tierras estáis teniendo buena temperatura.
Así que nos preparamos bien, con botas de nieve, gafas de sol, gorros y guantes. También cogí mi cámara de fotos réflex ¡no podía dejar pasar una oportunidad como esta para hacer fotos! Aunque desde que llegué aquí todavía no la había sacado de la funda 😅.
Antes de llegar a la playa, que era donde quería ir, hicimos una parada en una zona recreativa a la orilla del lago. Allí las vistas son maravillosas, todo tan virgen y salvaje. Había patos y gaviotas tomando el sol y bañándose. Que frío, de verdad, el agua debía estar helada ¡todo era nieve y hielo!
Las peques disfrutaron con el paisaje y con toda esa nieve jugando a hundir sus pies, y descubriendo debajo de ella piedras, troncos e incluso arena congelada.
La mayor que me da la sensación que ha heredado mi gusto por la fotografía, no paraba de pedirme la cámara para hacer ella fotos. Al final, después de sacar las fotos que quise le presté, mi cámara e hizo un millón de fotos más: Fotografío a las aves, el lago, las rocas congeladas, me hizo fotos sin que me diera cuenta, nos hizo fotos familiares muy chulas...
Una vez acabada las sesión de fotos, cuando estábamos jugando un poco con la nieve, la peque de repente al dar un paso se hundió hasta la cintura. La pobre se llenó de nieve entera: las mallas y las botas se le llenaron de nieve, así que fuimos corriendo al coche para quitárselas y sacarle la nieve para que no se le mojaran los pies.
Después de eso, decidimos continuar hasta la playa pero una vez allí, sólo bajamos del coche la mayor y yo. Papaysumundo se quedó con la peque porque decía que no quería más nieve. Nosotras dos nos acercamos a la orilla y nos hicimos unas cuantas fotos. Mi idea era haber ido hasta el espigón pero había mucha nieve y desde donde aparcamos era un buen trecho. Al final, paseamos por la playa y volvimos al coche. Tampoco quería volver muy tarde a casa porque esa misma tarde la mayor tenía un baile en el colegio y aún tenía que prepararse para la ocasión.
Aquí os dejo unas fotos de las que sacamos ese día, espero que os gusten!
Y por ahora nada más, disfrutad de la semana, que estoy oyendo que por esas tierras estáis teniendo buena temperatura.
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